lunes, 20 de abril de 2009

Paradigma Sociocultural

Los aportes de Vigotsky a la Psicología, constituyó su insistencia en el notable influjo de las actividades con significado social en la conciencia. El pretendía explicar el pensamiento humano en formas nuevas. Rechazaba lo doctrina de la introspección y formuló muchas de las mismas objeciones de los conductistas.

Lev Semenovich Vigotsky

Lev Semenovich Vigotsky, nació en Rusia en el año 1896. Sus ideales eran netamente marxistas, pero propugnaba el pensamiento revisionista. En el campo de la preparación intelectual, cursó las materias de Psicología, filosofía y literatura. Obtuvo el titulo en leyes en la Universidad de Moscú en el año 1917.
Se considera a Vigotsky el padre del paradigma sociocultural en la Rusia marxista a mediados del siglo XX, llega a los países occidentales en la década de los 70 y actualmente está siendo considerado en una serie de investigaciones educativas.
Vigotsky consideraba que el medio social es crucial para el aprendizaje, pensaba que lo produce la integración de los factores social y personal. El fenómeno de la actividad social ayuda a explicar los cambios en la conciencia y fundamenta una teoría psicológica que unifica el comportamiento y la mente. El entorno social influye en la cognición por medio de sus " instrumentos", es decir, sus objetos culturales (autos, máquinas) y su lenguaje e instituciones sociales (iglesias, escuelas). El cambio cognoscitivo es el resultado de utilizar los instrumentos culturales en las interrelaciones sociales y de internalizarlas y transformarlas mentalmente. La postura de Vigotsky es un ejemplo del constructivismo dialéctico, porque recalca la interacción de los individuos y su entorno.
Este paradigma hace paralelo con el paradigma dialéctico de la epistemología propuesto por Schaff (1987) en “Historia y Verdad”” donde afirma que el sujeto cognoscente se apropia del objeto de conocimiento pero a la vez es modificado por el propio sujeto, y que éste sujeto tiene sus propias condicionamientos socioculturales, es decir, cada sujeto percibe la realidad a partir de su propia realidad sociohistórica. Aplicar estos supuestos en la realidad educativa es tratar de conceptualizar los modelos educativos en las universidades públicas y privadas, cada Institución de Educación Superior define el perfil de egreso de sus alumnos que responde a la misión propia de su creación.
En un determinado caso, donde dos hermanos estudian una misma carrera, pero uno en una universidad privada y el otro en una universidad pública ¿Tendrían diferentes formas de enfrentar el ejercicio profesional? La respuesta a esta pregunta pudiera ser tan obvia, pero en realidad, no es plantearse si es mejor una institución que la otra, sino considerar cuando las instituciones visualizan que los profesionistas responden a los desafíos de la sociedad actual, inmersos en una sociedad del conocimiento, en una economía globalizada y en el uso de las tecnologías de la información y comunicación, elementos indispensables para su formación profesional en el contexto actual.
Hablar de cultura es conceptualizar a la actividad humana práctica y socialmente organizada, en donde la actividad cultural organiza las funciones psicológicas, es decir, la relación entre cultura y psicología es una interacción de procesos mentales. En este sentido, en la práctica docente entender los significados propios de los jóvenes con los cuales interactuamos constantemente, es entender que la cultura es un mundo de significados que las personas otorgan a las cosas, es ahí la clave para poder hacer una clase interactiva de aprendizaje significativo, es decir, ya no es llegar a dar la clase maestra, o hablar de enseñanza bancaria, sino aproximarnos al mundo específico de nuestros jóvenes.
Vigotsky afirma que el enseñante debe pensar y actuar sobre la base de la teoría, de que la mente es un conjunto de capacidades –capacidad de observación, atención, memoria, razonamiento, etc. –y que cada mejoramiento de cualquiera de esas capacidades significa el mejoramiento de todas las capacidades en general. Además que el aprendizaje del niño comienza mucho antes del aprendizaje escolar y que el aprendizaje debe ser congruente con el nivel de desarrollo.
Bajo estos supuestos, los docentes debemos de tener claro estas sugerencias ya que nos permiten crear otras condiciones escolares es decir, si nosotros como docentes evitamos caer en la memorización y buscamos alternativas para que los alumnos comprendan y compartan las experiencias en relación a un texto, asignatura o contenido, es decir, que ellos compartan los diferentes puntos de vista acerca de un contenido, permitimos que el aprendizaje se socialice y se potencialice, esa actividad auto-estructurante del sujeto mediada por la influencia de los demás, se le denomina estrategia metodológica del aprendizaje cooperativo. Hablar de la zona de desarrollo próximo, no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz (Vigotsky).
Esto nos permite profundizar que el docente debe implementar estrategias didácticas que propicien la interacción constante entre alumnos, retomar los conocimientos previos, y la interacción maestro-alumnos y alumnos-familia, comunidad y sociedad en general. Es decir, el conocimiento se construye en un determinado ambiente social, no es lo mismo ser docente en Instituciones ubicadas en zonas urbanas de nivel socioeconómico alto que en zonas rurales o zonas urbanas marginadas, en donde las condiciones culturales de los alumnos son totalmente opuestas, así aunque se comparte una misma finalidad educativa, los intereses y motivaciones por parte de los estudiantes son distintas, tienen diferentes percepciones sobre la finalidad e importancia de la educación.
El nivel de construcción del alumno tiene que estar mediado por el nivel de entendimientos conceptuales compartidos por su región que muchas veces no corresponde al mundo de significados del docente, que la inmensa mayoría tiene una formación y experiencia distinta a los demás, es un gran reto en la actualidad pensar que las Instituciones de Educación Superior buscan formas de enfocar el proceso de aprendizaje en los alumnos.
En este sentido, se pude reflexionar sobre el papel del docente en centrar las actividades de aprendizaje en los alumnos, en la medida que pueda entender que el acto educativo es sumamente complejo, que implica diferentes formas de interacción, comunicación y visualización de los propios alumnos, que permite integrar los puntos de vistas diversos encauzado hacia la construcción de aprendizajes socialmente significativos, en esta labor hará uso de técnicas y metodologías de aprendizaje colaborativo y cooperativo.
El docente, como profesional reflexivo y transformador de su práctica buscará, implementará y desarrollará su propia metodología docente que le permita que sus alumnos desarrollen las competencias profesionales que exige nuestro contexto actual e implica el rol del docente facilitador del aprendizaje, específicamente se concibe ahora al profesor como facilitador que busca el conocimiento de sus alumnos y de las bases conceptuales del aprendizaje (Nieto, 2001).
En este sentido, se puede afirmar que muy pocos docentes en la educación superior tienen algún tipo de formación en pedagogía, simplemente enseñan como les enseñaron, es decir, a través de clases expositivas.
Las técnicas de evaluación se limitan a comprobar la memorización de información y de hechos, ocupándose muy rara vez de desafiar al estudiante a alcanzar niveles cognitivos más altos de comprensión. De esta manera, tanto profesores como alumnos refuerzan la idea de que en el proceso de enseñanza aprendizaje el profesor es el responsable de transferir contenidos y los estudiantes son receptores pasivos del conocimiento, es así como se ha venido concibiendo la práctica educativa tradicional.
Es por ello, que la práctica del docente en nuestra actualidad debe asumir independientemente de una práctica histórica social, las propias características del docente, las características institucionales y de sus alumnos, así como su propio proceso formativo el tener que replantearse a partir de una búsqueda constante de mejorar el ejercicio de la profesión docente, que responde a las nuevas necesidades del contexto, una sociedad en continuo cambio, en donde él como profesionista sabe aplicar sus habilidades en acción en cualquier situación, aprende a articular el proceso de enseñanza aprendizaje en la interacción de las significaciones compartidas, en este sentido, el docente como profesionista realiza el análisis de su propia práctica cuyo resultado produce un desarrollo de metahabilidades para transformar el ejercicio docente.

En conclusión, el docente que ha logrado analizar su práctica docente desde la postura sociocultural de la educación, tendrá elementos para aplicar en el trabajo del aula promoviendo la participación de los alumnos entre pares, la interacción como fuente de intercambio de conocimientos, involucramiento en el proceso grupal, el rol de profesor facilitador y permitir la construcción de aprendizajes significativos desde el trabajo colaborativo (Ángeles, 2003) , así reconocerá que el cambio educativo en su contexto particular se logra a partir de su postura epistémica en relación a sus conocimientos sobre educación, proceso de aprendizaje, evaluación y todos los elementos propios tanto teóricos y metodológicos de su labor docente cotidiana en la construcción de su competencia profesional verificado en un desempeño eficiente y de calidad en su práctica pedagógica.

Bibliografía:

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Ángeles Gutiérrez, Ofelia (2003). Métodos y estrategias para favorecer el aprendizaje en las Instituciones de Educación Superior en Enfoques y modelos educativos centrados en el aprendizaje. Recuperado el 23/03/2009 de: http://ses4.sep.gob.mx/

Castillo, Jonathan (2000). El aprendizaje cooperativo en las enseñanzas de las matemáticas. Recuperado el 23/03/2009 de: http://www.monografias.com/trabajos4/aprend_mat/aprend_mat.shtml

Nieto Caraveo L. M. (2001) “De lo fácil a lo difícil La metáfora del profesor facilitador”.Publicado en en Pulso, Diario de San Luis Sección Ideas, Pág. 4a del jueves 30 de agosto de 2001. versión extensa. Recuperado el 23/03/2009 de: http://ambiental.uaslp.mx/docs/LMNC‐AP010830.pdf

Martín, E. García Mila, Steren B., Gómez Granel & M. Orozco (2001). Piaget y Vygotsky: la construcción mediada de los aprendizajes escolares.

Vigotsky, L. S. (1979) . El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, Barcelona: Grijalbo.

Ratner, Carl (2001). La actividad como un concepto clave para la psicología cultural, traducción del Dr. Efrain Aguilar(UNAM). Documento digital.

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